"EmocionAnteMente vivo" y yo...
Lo primero que debes saber es que soy psicóloga licenciada, habilitada y colegiada. Y obviamente por vocación, me cuesta imaginar cómo dedicarte a la psicología sin ella.
En mi caso la vocación apareció con apenas 12 años cuando, tras haber vivido una infancia traumática, comprendí que había personas que se dedicaban a ayudar a superar situaciones como las que yo había vivido. Y, siendo consciente de cuánto había sufrido sin que nadie me ayudase durante años, me enamoré de la idea de poder hacer eso por alguien.
Nada más licenciarme fui consciente de que tenía muchos conocimientos teóricos, pero eso no me capacitaba para ponerme delante de un paciente y saber intervenir de la mejor manera. Así que estuve 4 años más formándome como experta en psicoterapia mientras comenzaba a trabajar. Y me di cuenta de que, si quería ejercer de forma responsable, la formación debía ser algo constante a lo largo de mi vida laboral.
Trabajé durante 17 años en diferentes lugares por cuenta ajena. Comencé en un centro de educación infantil, con niños de 1 a 3 años y al mismo tiempo trabajaba para un Proyecto del Cabildo de Tenerife, tutorizando a personas que intervenían con familias en riesgo de exclusión social. A esas alturas ya sabía que no me había equivocado eligiendo profesión porque disfrutaba “como una enana” de mi trabajo.
Después me surgió la oportunidad de trabajar en una ONG dedicada a las drogodependencias, y tuve que dejar esos trabajos para comprometerme de lleno con esta nueva oportunidad. Estuve allí 12 años, y pude intervenir tanto con adultos y menores de edad, como con sus familias. De manera individual y grupal.
Y, de esos 17 años que trabajé por cuenta ajena, durante 12 de ellos lo compaginé con la atención en consulta privada.
Tengo que decirte que cuando trabajas por cuenta ajena, de una u otra manera, los valores, prioridades y procedimientos de la empresa deben ser los tuyos. Pero ¿qué sucede cuando no lo son?
En mi caso, el nivel de frustración llegó a tal punto que disparó una crisis personal lo suficientemente importante como para que me convenciera de que el problema era la psicología. Entonces dejé ese trabajo fijo de 12 años, y comencé a formarme en una profesión distinta en la que aprovechar mis habilidades.
La cuestión es que, aunque siempre fui buena estudiante, esta nueva formación se me atragantó como “un trozo de pan seco en la garganta”. Pasé más de un año y medio dedicándome por completo a estudiar, sin ser capaz de presentarme a un examen y preguntándome por qué.
Así fue como entendí que finalizar esa formación podía significar no volver a ejercer mi profesión, que eso estaba generando resistencias, y me estaba saboteando continuamente para que eso no sucediese.
Entonces decidí regresar a la psicología, pero sólo en la consulta privada, porque es donde más he podido disfrutar de mi trabajo durante mis años de experiencia laboral. Y además me permitía trabajar con mis valores, mis prioridades y mis procedimientos. Y me volví a enamorar de la psicología como el primer día.
Me decidí por la consulta online porque, tras investigar los resultados que se podían obtener pasando de la consulta presencial a estar detrás de una pantalla, y viendo que podían ser los mismos, me di cuenta de que me permitía eliminar los límites geográficos.
Poco después apareció la pandemia, con todas sus restricciones, y se convirtió en la mejor opción.
Entonces comenzó a tomar forma “EmocionAnteMente vivo”. Y crearle un “traje a medida” con una web y un perfil en redes sociales me parecieron los pasos más adecuados para poder llegar a ti.
Por eso durante más de un año, mientras comenzaba a trabajar en la consulta online, y con mucha paciencia, busqué los conocimientos necesarios para diseñar la página web, y traté de aprender todo lo necesario para hacer de este proyecto una realidad.
¿Por qué me decidí por el sufrimiento emocional en concreto?
Es obvio que todos atravesamos momentos de dolor. A veces por situaciones que te toca vivir, y otras por lo que sueles llamar “tu manera de ser”.
Y cuando el dolor, en lugar de ir desapareciendo poco a poco, se instala en tu vida y te acompaña, entonces aparece el sufrimiento emocional.
Ahora bien, ¿cuándo el sufrimiento se convierte en un problema?
Sé que sabes la respuesta. Todas las personas con las que he trabajado sabían que estaban sufriendo, y eran conscientes de cuándo se había convertido en un problema.
Y lo que he aprendido es que, cuando en lugar de buscar la manera de salir de ese sufrimiento, tratas de convencerte de que es normal como te sientes, o adaptarte a vivir así, te conduces sin pérdida al agotamiento emocional y, desde ahí, difícilmente podrás sentir algún momento de bienestar.
Tras ver esa situación, una y otra vez, durante años en consulta, y habiendo trabajado con muchas personas sobre la manera de gestionar las emociones a las que se enfrentan en esos momentos, “EmocionAnteMente vivo” nació casi sin esfuerzo y con unas ideas muy claras sobre qué y cómo trabajar con las personas que se acercasen hasta aquí.
¿Te explico más sobre “EmocionAnteMente vivo”?
No quiero empezar a hablarte de “EmocionAnteMente vivo” sin explicarte el porqué de ese nombre.
Si algo he aprendido, después de todo y de tanto, es que, cuando estás sufriendo, las emociones toman el control y suben su volumen hasta no dejarte escuchar nada más.
Da igual cómo y cuánto te esfuerces en qué o cómo pensar porque, si llegas a conseguir algún cambio, probablemente sea temporal y, antes de que te des cuenta, volverás a creer que no tienes el control, que nada puede cambiar tu situación o como te sientes, y que esa será tu vida a partir de ahora.
Y lo que está sucediendo es que cuando es así, todo lo que estás pensando viene directamente de la emoción que estas sintiendo. Es como una vocecilla que se inmiscuye en tu día a día y no te deja sentir, pensar o actuar como estabas acostumbrado, como creías ser tú.
Así, si te has enfadado te dirá que ¡clames por venganza!, si estas triste te convencerá de que nada valdrá la pena, si te sientes culpable te contará lo que no mereces, excepto castigarte claro, eso si te lo permitirá…y así podría hablarte de todas las emociones una por una.
La intención de “EmocionAnteMente vivo” es ayudarte cuando ya se está haciendo demasiado difícil vivir, cuando ya no te reconoces, o no puedes esperar de ti lo que antes te resultaba normal.
Pretende ser un lugar al que recurrir cuando necesites entender qué está provocando tanto sufrimiento. Porqué no consigues volver a sentirte bien, a disfrutar, a ir a por todas. Aunque lo estás intentando de todas las maneras que se te ocurren, de las que se le ocurren a los demás, de las que ves, escuchas, lees y buscas.
Sé que lo estás haciendo y quizá desde hace mucho tiempo.
Me encantaría que saltases esas barreras que te impiden buscar la ayuda que necesitas. Demostrarte que, si bien no es fácil, si que da mejores resultados que pelearse cada día contigo y con lo que te sucede, sin tener resultados reales.
En definitiva, lo que quiero es que vuelvas a sentirte ¡EMOCIONANTEMENTE VIVO!, porque esto de vivir puede ser una aventura trepidante y maravillosa y no puedes perdértela.
Tu vida es tuya, y nadie va venir a arreglar las cosas por ti, esa es tu responsabilidad. Y es una responsabilidad llena de oportunidades. ¡Aprovéchala y no pierdas más tiempo!